Pues sí chicos, muy emocionada. El viernes pasado tenía previsto con mis quinquis montar el Belén en el aula. Todos saben -profes y alumnos- que donde esté yo, habrá Belén. En el departamento, en el aula, en mi ordenador... Así que me armé de todo el material necesario y entré en el aula. ¿Y qué habían hecho mis quinquis? Preparar ellos el Belén a mi espalda para darme una sorpresa. Contaron con la complicidad de los profesores que desde cada asignatura les dejaron la sesión para trabajar en el Belén. Se bajaron las figuritas de internet, las imprimieron y las pintaron. Luego hicieron el río con papel aluminio, la nieve con papelitos rotos, árboles de papel verde... Sin presupuesto pero con ilusión. Uno de ellos es una chica pakistaní -musulmana- que aportó un papanoel de los que trepan y también quiso pintar. Cuando ví el trabajo, el esfuerzo y la ilusión, me sentí orgullosa de mis choris. Los que no quiere nadie, los que llaman carne de cañón, los fracasados. Al verme con las lágrimas aflorando me dijeron "pero profe que lo hemos hecho por tí, que sabemos que es importante para tí, que es para que estés contenta, no vayas a llorar". Así que respiré hondo y montamos una fiesta improvisada y bailamos todos con todos. Que si justinbiber, que si regetón, que si música pakistaní... No os puedo pegar fotos porque se les ve la cara, pero imaginaron el follón que liamos. Para que luego haya quien duda que Dios existe.
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5 comentarios:
Dulci, ¡Es genial! ¡¿y dicen que los milagros no existen?!
Con las fotos del belén es más que suficiente. Imaginación sí tienen y se lo han currado, desde luego.
Ay, los choris, los choris... Todavía tienen corazoncito.
Qué monada...
Cosas así hacen la Navidad feliz
Jo, Dulci, es uno de los mejores Belenes que he visto. Con cuatro papelicos y un atrezo qie ni fu ni fa, han entendido lo que es Navidad. Quñe tíos, tus choris.
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