La primera postal

Bueno, postal no, felicitación.

La cosa es que hace una semana y pico larga, entre los papelajos del correo, las castañas del Bebeube a, las trolas del Ienegé y un papel de un chino o algo de muchos coloricos, hay una carta de Eon.

Resulta que hace un par de meses o así reapañamos los recibos y por fin le pude dar morcilla a Gas Natural, que los tengo muy, muy atravesados, tíos jetas, y a Endesa, que cuando Pizarro molaba, pero que ahora que son chungos italianos y con el Borja Prado (qué familia, Majestad), tampoco me iba mucho. Lo cual que me apunto a una presunta buena oferta, que no es tan buena, pero por oír como me llamarían para hacerme la pelota y volverme a tener como cliente casi compensaba. A otros les gusta el furbo, no se, cada cual matamos el rato como podemos.
Hasta aquí, poco navideño,vale.


Eso, que abro el sobre y tatachán, una felicitación navideña de Eon. Oé, que estos entienden del Adviento, pero no, como la despistadilla que se topó con Dulci el otro día. Bueno, navideña tampoco, porque como se ve en la estampa, muy navideña tampoco es.

Por lo que parece es un dibujo de una moceta de 13 añazos que le pone buena voluntad y un nivel de peloteo encomiable, pero que, en fin...
Un coche con alas y con los ojos así de muñeco chungo, el gordo del pijama rojo que no se sabe si te quiere dar una torta con esa mano tan rara (parece que le sobren dedos) y las alas. Las alas dan mucho miedo, como si se las acabasen de arrancar a un albatros o a un angelico despistado. Y luego el cable y el cilindrón ese. Un horror, o sea. Ahora no podré pegar la foto y a ver qué hago.

El giliecolopijo buen deseo navideño me da ganas de subirme a una mobilete trucada, darle gas a tope y gastarme las quinientas pelas de gasolina haciendo nubes azules, y que le den morcilla al ceodós. Y a Al Gore, hombre, por si acaso. A mi, en lugar de tanta chorrada, si me cobras por lo que gasto, en lugar de por lo que me impositas,me haces feliz de una tacada, amigo.

Luego son un tanto melifluos, con lo de felicitar las fiestas, que suena a celebrar vaquillas, joer, fiestas, fiestas, llamadlas por su nombre, cobardones. De todos modos, pero el Ayuntamiento de Barcelona del semidemócrata-cristiano coaligado alcalde, que dice "Feliz Barcelona". Qué cara más dura. Los unos por protestantes y los otros por conferenciantes tarraconenses, vaya cuadrilla de caguetas.

Todo ello no quita una cosa: que Eon se ha adelantado al Corte Inglés, que siempre es el primero, con elegancia y serenidad festiva, una estampa mayormente barroca y bella, síntoma de elegante saber estar, o sea, lo que uno le pide al Corte. A estos alemanes, pues en fin.
Los peseteros del Gas Natural creo que ni felicitaban. Y tampoco me llaman para recuperarme, en fin.