Azul Purísima

Resulta que en el mundo taurino, los colores tienen nombre de cosa. Y como cada color se refiere a una, los matices son asombrosamente precisos. Eso, en un mundo aséptico y waldisneyano dejará de tener sentido, porque a ver cómo le explicas a un tuitero cuando es lima, cuando botella, cuando manzana, cuando esmeralda, cuando heliotropo.

Lo cual que me quedo en la cáscara del asunto, esto es el azul purísima de la Inmaculada.
Y es que para los que estamos en el asunto del Belén y sus alrededores católicos, apostólicos y romanos, lo del color tiene sustancia. Uno, que ve el manto de purísima y, además de acordarse de Murillo, ya está en el asunto.
Bueno, eso antes. Que seguro que ahora Murillo es un delantero del Betis. Así que de la Salve, mejor ni hablamos, aunque nos encante.