viernes, 26 de diciembre de 2014

Navidad también en Irak.

Felicitación de parte de los cristianos perseguidos.
Sin palabras. De verdad que he intentado escribir algo para comentar este vídeo, pero sería estropearlo. 


jueves, 25 de diciembre de 2014

Y sucedió otra vez


Decía alguien que no sé cómo se llama algo así como que un bebé representa la decisión de Dios de que el mundo debe seguir.
Si a eso añadimos que Dios mismo se apuntó en su día en la lista de bebés para nacer y vivir con nosotros para siempre, la conclusión irrefutable es que, pese a lo que a veces pueda parecer, debemos de merecer la pena.
Que este secreto a voces llegue por fin a todos y para que no se nos olvide a los que ya le conocemos, es la razón fundamental de celebrar un año tras otro la Navidad.

FELIZ Y SANTA NAVIDAD

sábado, 20 de diciembre de 2014

Dedicado a los que trabajan los domingos, por NDAP

Sobre todo los del Corte, con el soniquete de Cortylandia abrasándoles las orejas.
Recupero un artículo del magnífico periodista Rafael Martínez Simancas, cuyas sensatas humoradas tanto echamos de menos, dedicado a un asunto muy, muy navideño. Leed y veréis.

Oficio de paje

El mundo se divide entre los que hacen paquetes y los que los abren con cierta ansiedad de caníbal acelerado. Siempre que me preguntan: "¿Se lo envuelvo?" respondo sí porque aunque sea un bolígrafo sólo por contemplar el arte de envolverlo, que a su vez resulta un tratado de papiroflexia cotidiana. A veces es mas valioso el envoltorio que el objeto que va dentro, a Unamuno le gustaba la cocotología y escribió un tratado sobre ella.




Las bolsas y las prisas, (¡innecesarias prisas!), le han hecho mucho daño a los paquetes que contienen los regalos. Por supuesto hay que desconfiar de aquellas personas que te espetan en la cara que como no tenían tiempo no han podido mas que meter un libro dentro de un sobre y te lo dan con la urgencia de entrega de un cartero. No existe el oficio de hacedor de paquetes y doblador de cosas pero debería crearse porque se va a perder una tradición comercial muy antigua, (igual que se perdieron los pendolistas). De pequeño recuerdo el mimo con el que el pastelero envolvía la ensaimada que compraba mi madre para que la comiera en el recreo, aquel hombre sabio había trabajado desde la masa al envoltorio pasando por el agua y calibrando el tiempo del horno, era un artesano completo. Su habilidad con las ensaimadas competía con la destreza de mi madre a la hora de forrar libros, otra costumbre caída en el olvido.
A estas horas, en alguna cueva escondida, los pajes trabajan sin descanso envolviendo regalos para personas que no conocen. Los Reyes Magos tienen la misión de acertar con las peticiones que han recibido pero los pajes tienen la obligación de poner la magia a un paquete de cartón y además, dejarlo junto a la chimenea. Un paquete cuesta mucho hacerlo pero se puede abrir
de mala manera en poco tiempo y cargarse el momento porque regalo es también el envoltorio, el que no lo quiera ver es muy torpe. Ahí se demuestra el cariño del paje real que teniendo solo una noche, (la de hoy), no escatime su tiempo con tal de que el lazo quede bonito y en la dirección adecuada.
Los que abren paquetes a lo bruto no tienen en cuenta el tiempo que les han dedicado. Hasta un niño pequeño retira el papel con sumo cuidado para no estropear lo que intuye que está dentro. Al contrario que los Reyes Magos los pajes no tienen nombre, la historia les relegó como secundarios sin frase pero si no es por ellos esta noche en lugar de regalos les iban a dejar un acuse de recibo y el horario de la oficina de Correos para que se pasen a recoger el envío. En sus manos quedan depositadas nuestras esperanzas aunque sea el socorrido y tradicional paquete de calcetines de todos los años.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Ahí lo teneis. Un año más. El jabato que viene conmigo al trabajo. Lo esencial. Lo suficiente para dar testimonio, para hacer sitio al Bien, para que lo vean y lo miren. Política de hechos consumados. Porque es necesario dar un paso al frente y decir "sí, yo creo en Dios, y celebro el nacimiento de Jesús. Y además en familia".

martes, 16 de diciembre de 2014

Hoy tenía que hacer un recado al salir de trabajar, en la fría noche que en otro momento hubiese sido agradable sobremesa o caluros tarde. Esto del calendario y de los fríos invernales me tienen frito. A ver si cambia ya lo del cambio climático, somos todos tropicales y tenemos luz para aburrir. Estoy hasta las tuercas de este tiempo de lapones que nos toca las narices.
Total, que desviándose un poco el paseo, me podía llegar hasta una panadería en al que hace tiempo había encontrado mis polvorones favoritos. Los San Enrique.


Los polvorones San Enrique se encontraban hace años en un súper del barrio, pero, oh tempora, oh mores, el súper ahora es de una cadenilla y ya no voy, salvo en contadas ocasiones a comprar Denenes y Mahou Clásica, esto es alcoholes, aunque el 50% aptos para niños. Pero los polvorones ya no son esos, me parece. En una ocasión anduve buscando por la interné  a ver si encontraba la forma de hacerme con ellos y, albricias, di con esa panadería.
Esta tarde estaba fea, oscura, fría y en lugar de tiendas había cosas de chinos que te ponen uñas y sitios así. Si en el siguiente tramo no está, desistimos. Vale. Y estaba.
He comprado un saquillo.
Este.

Y ahora me los iré comiendo.

¡PMPLNAAA!!!

lunes, 8 de diciembre de 2014

El milagro de Empel, por NDAP (transcrito desde otro sitio)

Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra.
Ya hablaremos de capitulación después de muertos

Capilla de Empel dedicada a la Inmaculada Concepción, patrona de la Infantería Española

Buena divisa: elfestivaldebebelenes tampoco capitula, por duro que sea el asedio de la pereza. Transcribo las letras del Comandante de Infantería Francisco Ángel Cañete Páez que he encontrado el la página del Obispado de Alcalá sonre la Inmaculada. Las fotos son de este sitio.
Supone esto abrir por todo lo alto el FestivalBelenero. En próximas jornadas un cuadrante, para que trabajemos un poquito Y luego ya se verá. Y ahora, a leer.



El Patronazgo de la Santísima Virgen Inmaculada sobre los infantes españoles se atribuye a un acontecimiento acaecido en las postrimerías del siglo XVI. Corría el año 1585, y, tras la rendición de Amberes, Alejandro Farnesio dispuso que el Tercio Viejo de Zamora, a la orden de su Maestre de Campo don Francisco de Bobadilla, se situase en defensiva en la plaza de Bommel. Cuando la situación empezaba a ser insostenible, un hecho milagroso, atribuido a la Santísima Virgen, vino en ayuda de nuestros soldados. El día 7 de diciembre de 1585, un soldado de Infantería que se encontraba de centinela, al cavar sobre una trinchera con su útil de zapador, encontró un lienzo con la imagen de la Virgen Inmaculada; imagen que, debido al fervor religioso de nuestros soldados, fue llevada procesionalmente por todo el campamento.


Invierno en Flandes

Luego, la fe hizo el milagro. La madrugada siguiente (ya día 8), y sin hallar una explicación lógica, descendió considerablemente la temperatura, por lo que, al sospechar el conde de Holak, al mando de los holandeses, que sus barcos podían quedar atrapados entre los hielos, ordenó el levantamiento del cerco y huyó con su flota, bogando intensamente, bajo el fuego de los arcabuces de los soldados españoles que, en una reacción valerosa, le causaron una gran derrota. Decían los holandeses, en su huida, que sin duda «Dios era español, pues había obrado tan gran milagro». Los infantes del Tercio de Zamora, en agradecimiento a la Virgen Inmaculada, la proclamaron su Patrona, ejemplo que siguieron al poco los demás Tercios de Flandes y de Italia.
Este patronazgo, sin embargo, no tenía carácter oficial. Hubo, pues, que esperar algo más de tres siglos para que, con la preceptiva autorización de la Iglesia, la Real Orden de 13 de noviembre de 1892, pudiese proclamar oficialmente a la Santísima Virgen Inmaculada como Patrona del Arma de Infantería. Así se gestó la concesión de tal alto patronazgo.
Cuando, el 8 de diciembre de 1854, el Papa Beato Pío IX proclama, mediante la Bula Inefabilis Deus, «que la Divina Madre de Nuestro Señor, por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente, fue preservada inmune de toda mancha de culpa original», se da inicio en nuestra patria a los trámites para dar un refrendo oficial al patronazgo que la Virgen Inmaculada, desde siglos atrás, venía ejerciendo sobre nuestros infantes. Pero habían de transcurrir aún casi cuatro décadas hasta llegar al 26 de julio de 1892, cuando el Inspector de Infantería don Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, recogiendo el unánime sentir de todos los componentes del Arma, eleva al ministro de la Guerra una solicitud para que fuese elegida Nuestra Señora la Inmaculada Concepción como Patrona del Arma.


Placa conmemorativa en al capilla de Empel. Año 2007. Más vale tarde...
 
Con cariño y gran satisfacción

El ministro de la Guerra, el Teniente General don Marcelo de Azcárraga, el 6 de agosto siguiente, acuerda trasladar dicho escrito al Provicariato General Castrense, para que, a la vista de los deseos expresados por el Arma de Infantería, manifestase si existía por su parte algún impedimento canónico en sancionar tal nombramiento. El 20 de octubre de 1892 contesta el Vicario General Castrense, en un escrito donde se trasluce todo el cariño del prelado hacia la Infantería, así como la gran satisfacción que le ha producido la propuesta de elección como Patrona del Arma de la Madre de Nuestro Señor en el misterio de su Concepción Inmaculada, aprobándola y confirmándola. Obtenida así la aprobación de la Iglesia, el 13 de noviembre de 1892, el ministro de la Guerra pone a la firma de la reina regente, doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, la Real Orden en la que se declara oficialmente «Patrona del Arma de Infantería a Nuestra Señora la Purísima e Inmaculada Concepción, que ya lo fue del antiguo Colegio Militar y lo es de la actual Academia General y de un gran número de Regimientos». La reina doña María Cristina patrocinó la festividad del 8 de diciembre de aquel año, motivo con el cual se creó una medalla conmemorativa que llevaba en su anverso la imagen de la Virgen orlada con banderas de distintos Regimientos de Infantería y, en su reverso, el emblema del Arma con la leyenda: «El Arma de Infantería en la primera conmemoración de su excelsa Patrona, 8 de diciembre de 1892». Mi felicitación más entusiasta a todos mis compañeros, que el 8 de diciembre celebramos nuestra Patrona, con mi recuerdo emocionado a los infantes que cayeron por España, luciendo en el cuello de su guerrera la cornetilla del cazador, el arcabuz y la espada que distinguen el Arma. Que la Virgen Inmaculada siga velando por España y por su Infantería.