miércoles, 31 de diciembre de 2008

Día de la Sagrada Familia (Domingo después de Navidad)

El domingo fui a una fiesta, la fiesta de mi familia, desde el año pasado lo celebramos en la calle, estamos todos, dicen que alrededor de un millón, y ya se ha convertido en tradición.

Estuvimos: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, la Virgen María y San José, son el modelo de Familia a imitar.

Los de este blog también nos dejamos caer por allí, algunos presenciales, como Myriam … otros con el deseo y si no ha sido así, con el deseo de los que estuvimos celebrándolo porque la familia es la Familia. Ya me estoy liando.

Luisa, Dulcinea y Pianista, estuvisteis porque se habló de venir esos días a Madrid, bueno, otra vez será.


Néstor, Altea y Atiza, Mª Jesús, María y Marta también estuvisteis vosotros no sé si disfrutando del momento allí o no.

Bueno pues eso, y además como hoy ya es 31 y es el último día del año, pues aprovecho a desearos una MUY FELIZ SALIDA Y ENTRADA DE AÑO y que el año que nos llega, nos traiga lo mejor para cada uno.

Se lo paso aaaaaaaaaaaaa ...

domingo, 28 de diciembre de 2008

Y va la cuarta vez que intento colgar esta entrada. (Pianista, atento!)


Chiscón en el que trabaja (un decir) Atiza, durante el Tiempo Ordinario.




Decía, que estos dos Nacimientos son los rezagados; no cabían en el mogollón y los he puesto en un sitio de honor: el de trabajo de ATIZA, cuando trabaja, que es casi nunca.



Lo que sí es casualidad es que son los más especiales. Qué cosas, ¿verdad?



Y además, uno de ellos está "tuneado". (Porque el día de hoy, merece un jueguecillo, porque inocentadas, otras!)

jueves, 25 de diciembre de 2008

Los espumillones, por Nodisparenalpianista

Me gusta darle un toque navideño a los sitios donde estoy. Más aún cuando la plaga de los antinavideños se hace más furibunda. En güeps amigas se ha hablado no poco de esa pesadísima acusación de hipócritas que suele hacernos. Pero qué pesados. ¿No será que quien dice eso es quien celebra el vacío, se junta y festeja la nada? Y luego, claro, llega un día que se pregunta que naricres estará celebrando al precio que están las angulas, con el resacón que deja el champán y con la matraca que dan los enanos con lo de montar el cacharrerío de juguetes? Probablemente si celebrasen lo que hay que celebrar, comprenderían mejor la idea. Tanto paganizar la fiesta, al final ni es fiesta si hay que pagar.


Lo cual que me junté con unas tiras de espumillón, un dibujito en papel, otro en el ordenador y una taza. Y a tunear la vida.
Lo primero, por cosa de orden, es la bici. Los ciclistas somos así. El primer invierno de bici como medio de locomoción urbana y para ir a trabajar pensé a ver qué le podía poner. Pues un espumillón en el manillar. Se tarda medio minuto y causa perplejidad, admiración y hasta conversaciones divertidas. También pensé en colgarle unas bolas de colores, pero me pareció un poco arriesgado, por si había una piña y los trozos de cristalín se clavaban en los muslos y por lo que podría dar para hacer chistes malos de tono picantón, ya nos entendemos.

Fuera bolas, mejor espumillón. Una vez, en un semáforo de peatones, una abuela con su nieto a mi lado que le dice, ¿ves? mira este señor qué navideño que hasta ha adornado la bicicleta, pues ne casa pondremos igual. Y el niño mirándome con la boca abierta. Si, claro, porque la Navidad es muy chula y estoy contento. Anda, a ver si en tu bici le pones también, ¿vale? Y el otro, boca abierta, asiente con la cabeza. Feliz Navidad, señora.
Lo otro, en el trabajo. De fondo de pantalla, un Belén, el que suelo dibujar para mi felicitación u otro, el que sea, pero un Belén. Luego, alrededor de la pantalla, otro espumillón, que le da un aire de casi verbena de impresión. En una esquinita, unn Nacimiento, pintado en lápices de colorines, para tenerlo siempre a la vista. Y una vez montado el tenderete, el peregrinar de amigos del trabajo que vienen a verlo en lo que vendría a ser la inauguración de la temporada navideño-laboral. Había uno, llamarlo compañero sería demasiado generoso, al que repelía mi afición navideña. Medio en serio medio en broma me decía que no me extrañara si un día me encontraba el espumillón de la bici quemado. Vale, tú inténtalo. Tengo muchas tiras para sustituir y muy poca paciencia si pillo al priómano, tú ya me entiendes, tío vacilón. Luego juraba por lo bajini y decía que era una horterada lo que hago en el ordenador. Anda, ya, amargado.
El último complemento es la taza del café. A la sobriedad habitual llegan los colores navideños. Pero he de confesaros algo, amigos. Yo también te traicionado a la Monarquía. Resulta que una vez en una tienda de veinte duros vi una taza chulísima con el Gordo estampado. Mira que me cae mal el tío, pero pensé, anticipándome a lo de la Alianza de Civilizaciones, que el dibujo era muy gracioso y que, hombre, si no fuese tan pesado, seguro que se haría amigo de los Reyes, así que le di esa oportunidad.
Y ya os podéis imaginar, con el chiringuito aquí puesto, que pasan los jefes y se quedan mirando con cara rara, como diciento ¿qué ha puesto este colgado?, unos compañeros que no terminan de entenderme y otros a los que les divierte mi movidón. Por ahora nadie me ha seguido en la idea, cosas del oasis, que si te dejas identificar quedas marcado, pero yo persevero. Un día damos todos la cara y estos alucinan.
Y con mi espumillón ciclista sigo causando furor. Olé.

Y que siga quien quiera, ¡pero con orden, a ver, que me tenéis loco!!!!!

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Y más Belenes...(BY ATIZA)


Me voy que se me quema el pavo.

BELEN CAMPEON (por Dulcinea)

Tachan, tachan... Este es el Belen con el que compito todos los años con Ana María, mi vecina de enfrente. Este año, mi Belén y yo, la hemos ganado por goleada.
1 El Portal
2 Estrella y angelito que van encima del Portal. Al angelito, Ana María le llamó pachorra. Para que se sostuviera derecho me sugirió clavarlo por la espalda al corcho. Yo prefería colgarlo por el cuello con un hilo de coser. Al final se ha quedado tumbado, tal cual le veis.
3 Hilera de gente que va a ver al Niño. Están casi todos los oficios.
4 Pescador en lo alto del puente. En la orilla del río, dos lavanderas contándose los últimos cotilleos de la aldea. !Pues menudas son estas dos!
5 Angel que anuncia a los pastores la Buena Nueva. Fijaros que hasta las ovejas se vuelven a mirarlo. Esta feo que yo lo diga, pero ¿a que mola?
6 Los Reyes Magos camino de Belén. A veces me dan problemas porque tienen la cabeza muy gorda y se caen del camello. De repente te encuentras un camello sin jinete y a un Rey en el suelo. Estoy por ponerles pegamento en las posaderas.
7 El Portal visto desde un poquito más arriba, para que lo veais enterito.
Podría pasar la Navidad sin muchas cosas, pero no sin mi Belén de figuritas. Mientras lo monto suelo poner los villancicos Bing Crosby. Y luego... ding-dong, a mosquear a la vecina, je, je,
Bueno queridos. Hoy no se pasa testigo a nadie. Se pegan las entradas a mogollón. Cuanto más follón, más divertido. Un beso muy grande para todos. Se os quiere.

FELIZ Y SANTA NAVIDAD DE PARTE DE MYRIAM ANONIMOMARIAG Y LUISA


martes, 23 de diciembre de 2008

Un belén bien custodiado


Os presento a Giovanni, el Guardia Suizo encargado de custodiar el belencito doméstico. No forma parte del conjunto, obviamente, pero al instalar el portal en el lugar que él ocupa normalmente, ya no le buscamos otro sitio. Y aunque a nosotros nadie nos rapta al Niño Jesús, como en la Plaza Mayor, lo hemos dejado para que anuncie las visitas que tenga la Sagrada Familia durante estos días sucesivos. Desde que hace un par de años lo vi en un estante de aquella tienda de Roma, junto con otros tantos congéneres, supe que tenía que regresar conmigo en la maleta. ¿A que tiene cara de majete?
Un besote a todos y FELIZ NAVIDAD.

lunes, 22 de diciembre de 2008

El Arbol de Navidad de mi casa que es particular. Por Myriam

Poner el árbol en mi casa no es tarea fácil, hay que estar bien preparado...



Son necesarios los siguientes aperos...





Alguien que sujete la escalera y alguien que se suba...




Y una gran habilidad para salir corriendo en el momento justo, cuando empieza a nevar...



Con esto en mi casa ya está todo preparado así que ¡FELIZ Y SANTA NAVIDAD A TODOS! ser muy muy felicies y hacer felices a los demás.

(Ya no me cuelo más no os enfadeis besos a todos...)

domingo, 21 de diciembre de 2008

Pum. El corcho del champán. Por Marta-Clavo

La cena de Nochebuena es un alboroto. Y un trabajazo. Que merece la pena para unos más que para otros. O para todos igual. Para los que miran y zampan y para los que se afanan en que todo salga perfecto y zampan menos. Admitámoslo: siempre son las mismas.
Antes, sentarse a la mesa era una odisea. Ahora también. Los que llegan tarde, los que se pegan al teléfono. Los niños (que ya no lo somos tanto) bromeando y hablando por los codos. -Tú ponte a mi lado. -Yo quiero con la tía. -Y yo con papá. Por fin, cada uno en su sitio. -¿Quién bendice? -Álvaro que es el mayor. Álvaro señalaba a Alejandra. -Ella que es la pequeña. Pero Alejandra estaba ocupada pinchando a alguno de los primos. -Ey, tío, dile que se pare quieta, que no hace más que pellizcarme. Y ella, sonrisa de ángel, ojos de cielo, miraba a su padre ignorando las acusaciones, ciertísimas, y él engatusado: -Tú calla, animal, y deja en paz a la pobre niña.
Luego están las manías de cada uno. -No me gustan los espárragos. -Quiero más jamón. -Pero si no nos vas a dejar nada. Y entonces, todo sucede en cascada. El que se levanta y tira la servilleta. El que estira el brazo y tumba una copa. De agua en el mejor de los casos pero no suele ocurrir el mejor de los casos. Que se resbala un plato y se hace añicos y se mancha la alfombra porque quedaba un poco de aceite. Un niño que le unta mayonesa a su papá en la corbata. Una madre que se enfada. La abuela que quiere poner orden. El abuelo que se ríe maliciosamente desde la cabecera.
Al final, turrón. Y el champán. Para mayores y para niños. Porque alguna abuela descubrió que venden zumo de manzana gasificado y los pequeños también tienen su copa llena de algo parecido a lo de los grandes. Cada gremio, su botella. Y todos se pelean por abrirla. No es que nos guste mucho. Más bien poco. Es el pum. Salir al balcón y apuntando al cielo, a ver quién llega más alto. Y se descorcha la botella. Pum. Los proyectiles de alcornoque volando en la Nochebuena. Aunque uno se guarda. Porque un papá contaba que, cuando él era crío, quemaban un extremo del corcho y se pintaban barba y bigote. Barba y bigote para el que quiera.
Y el Belén preside la celebración entera. A medianoche, el Niño en la cuna. Ya nació. Qué alegría. Hace tiempo, algún travieso colocaba a los Reyes junto al Portal. -Que no, que todavía no llegan. Medio puchero y cara de pena: -¿Todavía no? ¿Y por qué, por qué? Mala señal: cuando un niño empieza con "porqués" mejor ponerse a cantar. Villancicos, que es lo que toca.

Belén serio

Os presento el Belén sobrio y serio que ponemos en casa. Lo situamos en el salón. Lo veis desde arriba porque me subí en una silla para hacer la foto. Pero en realidad está a la altura de la vista, justo encima del mueble bar. El Niño Jesús tiene una cara tan bonita, que parece un bebé de verdad. Y está tan gordito que dan ganas de ponerle a régimen. En una próxima entrada, os pego el Belén con el que compito con la vecina de enfrente todos los años, para ver quién de las dos lo hace más bonito. Todo sea por celebrar la Navidad como Dios manda.

sábado, 20 de diciembre de 2008

CAMINO A BELEN



Hoy me he parado a pensar que queda muy poco para Noche Buena.

Hoy, o por estos días, un matrimonio joven, sí MATRIMONIO no pareja ni eso que les gusta llamarse ahora, que están a punto de que su Hijo nazca, se ponen en camino para cumplir con un decreto de Roma.

María, así se llama la mujer hace los preparativos para el viaje, un atillo con las cosas de Jesús: pañales, pañales y algún que otro atuendo por si llega el momento y luego lo imprescindible para José y para ella.

Pensaba en las embarazadas de ahora, cuando están apunto de tener al bebé, ni se les ocurre emprender un viaje y menos en mula ¡qué locura! Diríamos todos.

La Virgen, lo hizo, no quiso, ni mucho menos separarse de José.

¿Te animas a acompañarnos?




jueves, 18 de diciembre de 2008

La Navidad desde otro punto de vista... Por Anónimorepartidordepuntos o nohayquintomalo como ustedes quieran llamarme:)

En el lugar donde vivo casi todo el año no hay calefacción, por lo que, a pesar de mi chaleco de piel de borrego, rápidamente noto cuándo empiezan los primeros fríos de verdad. Como cada año, eso significa que pronto tocará hacer mudanza y ponerse a trabajar. Lo bueno de esta vida es que no es nada monótona: Unas veces acampamos en las montañas, cerca del castillo del Rey y otras lo hacemos junto a río de plata, dando de beber a nuestros animales. Además, el sitio donde trabajamos suele ser luminoso y cálido, lo que siempre es una ventaja. Pero la verdad es que a mí lo que más me gusta es cuando me toca currar cerca de una casita chiquitita, nada que ver con el antiguo y solemne castillo del Rey o con el ostentoso palacio del Procurador. Es una casa humilde en la que un señor con barbas y una señora guapísima se encuentran esperando a que ella tenga un niño. Lo que me gusta de esa casita, apenas un portal, es su ambiente, el señor mira a la señora con verdadera adoración, como si cada día la viera por primera vez, y ella tiene la cabeza gacha y la mirada humilde, esperando a que llegue el día en que tenga el niño, como si fuera lo más importante del mundo. Los escasos animales que les rodean (un buey y una mula, que mucho me temo que ni siquiera son suyos) están en perfecta quietud, como si no quisieran molestar, aunque la señora les dice que mujan y relinchen libremente, que al niño le gusta sentir que están contentos. De repente, un día, aparece en la casita un niño y entonces todo nuestro mundo se vuelve loco: Todos los pastores (los que están más cerca porque lo ven enseguida y los de más lejos, porque les avisa un ángel) se acercan a verle y a traerle regalos, cuchichean entre ellos que ese niño es especial, sin duda, y esperan a que alguien se arranque a cantar al niño para unirse rápidamente. No creáis que son canciones sensibleras y cursis ni nanas para dormir al niño, de eso nada, son canciones de alegría, que cuentan lo que está pasando como sin creérselo. Canciones sobre chocolateras o sobre unos ladrones que supuestamente entran a robar en el Portal (aunque éstas se cantan solo para hacer rabiar al señor de barba). Al niño se le escapa una sonrisa cuando se da cuenta de qué tratan estas canciones y estoy seguro (aunque supongo que los ángeles no pensarán lo mismo) de que le gustan mucho más que las canciones a tres voces de los coros angélicos que se turnan encima de la casita para anunciar al mundo que ha nacido. Asi, van pasando los días y aunque algunos pastores vuelven a sus faenas (sobre todo los que trabajan cerca del castillo del Rey, porque el señor de barba les ha avisado que es mejor que no sospeche de lo que ha sucedido) los más afortunados aún están a tiempo de ver llegar a tres señores de lo más curioso: Vienen de Oriente, dicen que guiados por una estrella, montados en camellos y cargados de regalos para el niño. La verdad es que son muy generosos y siempre cae algo también para los que rodeamos a la familia, lo que no viene mal, sobre todo en años de crisis. Pocos días después de que los señores de oriente se vayan, toca mudanza otra vez, al sitio en el que vivimos el resto del año. Nos vamos con alegría por todo lo que hemos visto pero, sobre todo, porque sabemos que el año que viene nos tocará trabajar otra vez y no hay empleo más bonito que éste. (No es por faltar a nadie, pero no me negaréis que a nuestro lado, las bolas de colores que ponen a trabajar en un árbol en las mismas fechas resultan sosas, sosas, sosas).

La abdicación de un Progresista durante la primera Navidad por Peter Pan

Yo soy un progresista, pero un progresista con mucha responsabilidad, soy ni más ni menos el Rey de un país muy conflictivo, consigo mantener la independencia a pesar de que una potencia muy poderosa que nos tiene colonizados, mantengo buenas relaciones tanto con los rabinos como con los publícanos.

Todos comprenderéis que a veces tengo que tomar decisiones que para otros serían inmorales, mis asesores me habían advertido del riesgo de que se produjera un acontecimiento, que acabaría con mis buenas relaciones con la potencia colonizadora enfrentándome así con la opinión pública, acababa de nacer un revolucionario que con sus extrañas teorías iba a subvertir el orden establecido que tanto me cuesta mantener.

Señores del Sanedrín entenderán ustedes que no tuve más remedio que en aras de mi superior obligación sacrificar a unas cuantas criatura entre las cuales estaba seguro se encontraba el alevín de revolucionario, no encontré ningún problema en hacerlo ya que de todos es sabido que hasta el año de edad las criaturas no son personas.

Hoy me encuentro ante ustedes para presentar mi abdicación, porque no he sabido estar a la altura de mi alta misión…

Cuando satisfecho por haber acabado con todas las criaturas recién nacidas de mi reino, dedicándome a mi deporte favorito la caza, me crucé con un matrimonio que se dirigía hacia la frontera de Egipto, montados en una mula.

Al verme trataron de ocultar entre sus ropas lo que yo pensé que se trataba de alguna clase de contrabando, uno de mis lacayos les detuvo y les confisco el fardo que llevaban tras entregármelo lo abrí y he aquí que me encontré con un niño recién nacido que no se como se había librado de ser sacrificado como yo había ordenado.

Este Niño en lugar de llorar o asustarse me dirigió una mirada de inmenso cariño como si me conociera desde siempre, yo no era un extraño para el formaba parte de su familia y sentí un amor que nunca había sentido por nadie.

Señores del Sanedrín, no soy digno de mi alta misión, no soy un buen progresista, no tengo más remedio que abdicar.

martes, 16 de diciembre de 2008

El incrédulo que una vez fui

En mi familia siempre hemos escrito la carta a los Reyes Magos. Creo que ahí se gestó mi vocación a la abogacía, porque no hay nada tan difícil como defenderse a uno mismo. Yo lo lograba, al menos sobre el papel: siempre me había portado bien –más o menos bien–, ocultando lo malo y excusando lo menos bueno. Como los Reyes tenían mucho trabajo, mis padres nos enseñaron a pedir tres cosas. Solo tres, ni una más; así que había que andar muy fino. De esas tres cosas, una de ellas te la traía el Niño Jesús. La noche del veinticuatro, el Niño, recién nacido, te adelantaba uno de esos tres regalos. Supongo que así mis padres nos enseñaban lo importante que era aquello y lo alegres que debíamos estar.
Nunca me supuso gran problema creerme que los Reyes Magos entraban por la chimenea y me dejaban los regalos, porque, al fin y al cabo, era yo el que recortaba los mejores hierbajos para los camellos y ponía el café con pastas y un castañazo de coñac para los reyes, sus pajes y el resto del séquito. Y cada mañana del seis de enero los camellos, los reyes y el resto se habían comido y bebido todo. Pero con el Niño Jesús la cosa era diferente. No dejaba restos. Nada. Ni pastas, ni coñac, ni un mal biberón. Su actitud era francamente incomprensible. Me movía entre la fe y la incredulidad del niño que quiere creer pero también tocar.
Pues bien, un año, además de uno de los tres regalos de la carta a los Reyes, el Niño Jesús me regaló otra cosa. Me quedé de piedra, porque no lo había puesto en la carta; era algo que quería en lo más profundo de mi ser y apenas recordaba haberlo dicho. Desde luego no lo había escrito. Y lo que no estaba en la carta no existía, era el trato.
No había salido de mi asombro, con los ojos como platos, cuando mi padre –despeinado y en pijama– me susurró:
–¿Ves? El Niño Jesús lee en tu corazón, no lo olvides.
Aquel día, cuando fuimos a misa, el Niño Jesús sonreía un poco más. Estoy seguro de ello.

lunes, 15 de diciembre de 2008

domingo, 14 de diciembre de 2008

VENTANITAS

Como el Pianista está a por uvas y no ha pasado el testigo a nadie, lo recojo yo. Desde que éramos pequeños, en casa hemos tenido Calendario de Adviento. Y es buena cosa. Porque le da sentido a la espera, porque los días gotean al ritmo de las ventanitas que se van abriendo, porque cada dibujito es un adorno para el Belén que se abre el día 24. Y porque los niños aprenden que esperar lo que quieren con ilusión es mucho mejor que obtenerlo de inmediato. Aquí os dejo nuestro Calendario de este año. Por cierto, lo que nos costó encontrarlo "con motivos navideños". Había de Gufis, de pinguinos, de paisajes nevados. En fín como siempre, a navegar contra corriente.
Por cierto, en éste de casa no hay chocolatinas porque de lo que hay que estar pendiente no es del chocolate, que luego los niños confunden el tocino con la velocidad, y detrás de cualquier actividad buscan el regalito.

Paso el testigo a... NÉSTOR, el Topletrado más top de todos los tops.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Lobo, por Nodisparenalpianista

La mamá que le cuenta al niño que uyuyuy, qué miedo le da, que no le gusta cuando sale ese lobo, que fíjate tú que mal, el lobo, qué gran turrón, colándose entre las muñecas de Famosa, que se dirigen, con ese paso torpe, corto y japonés, al Portal, luego el Ibertrén, los polvorones de La Estepeña o los Tentes que tanto cautivan al niño.


El niño que juega a su aire con los muñequitos, los coches, los indios y los vaqueros, el Fort Apache y una jaula de tigres y panteras que nunca tuvo sentido: cómo enjaular un tigre entre barrotes de plástico blandito. La caseta de la gasolinera con puertas de cristal y aluminio de auténtico plástico, en la que ahora está encajando el techo plano que tanto le gusta, aún no lo sabía, tan racionalista y tan de Sert pero sin saber, cuando arranca el soniquete.



Y no es soniquete sino alarma, y el niño corre hacia la madre que está pegándole los botones de la bata o ese dichoso bolsillo que cada viernes trae arrancado, salta sobre el sofá y le tapa, como buenamente puede, los oídos y los ojos, mientras le dice que no tenga miedo, que el lobo pronto se irá y que no pasará nada si no lo mira.


Y el lobo volvía, pero nunca pasaba nada, porque uno estaba alerta.

viernes, 12 de diciembre de 2008

BELENES "PRETADOS" POR MYRIAM

Os cuento...

He robado, sí lo confieso he robado por todo Málaga, y este es el resultado...









Lo dicho robar es bueno, algunas veces :)

Se lo paso al Pinista

jueves, 11 de diciembre de 2008

LA CENA DE NOCHEBUENA

Bueno, que aquí está el menú de Nochebuena, que si no se cena bien, ya me contareis cómo vamos a ir a la Misa del Gallo. Os cuento la tradición de mi casa, muy castiza y muy madrileña. Un primer plato que consiste en un platazo XXL de Lombarda. Me encannnnnta.2 Aquí teneis otra foto de la Lombarda, precintadita ella, y con la etiqueta, para que nadie dude de la identidad de esta pelota morada.
3 Esto es el POSTRE. Entre la Lombarda y el postre suele ir pescado, normalmente besugo y también cordero. Pero donde esté el turrón y los polvorones, en fín para qué seguir.
4 Imagen entrañable del aspecto de las ollas, cacerolas, lumbre, y demás aperos que hacen de la cena de Nochebuena un trabajo especialmente bonito.
Tengo más fotos, más ideas, y Belenes a gogó para enseñaros pero eso será después de que intervenga... tachan, tachan..., MARTA.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Cómo se vive Belén, según Anónimomaríag



En mi casa, cuando éramos pequeños y poníamos el Belén, para hacernos más participativos nos representaban a nosotros, los enanos, como figurillas, de esas que son pequeñitas y cada uno es de una región distinta y que también hay un cura y otros oficios.

Bien, el objetivo era llegar al Portal y ¿cómo se conseguía? pues portándonos bien, haciendo nuestros encargos, intentando no pelearnos… esas cositas tan difíciles.
El caso es que cada uno tomaba conciencia de quién era (yo aún me pregunto qué figurita soy, nunca lo he tenido muy claro, casi que yo de pastorcilla…. Nada de nada), y adónde tenía que llegar.

Y cada día íbamos a ver cómo andábamos por el Belén. Más de una vez en vez de ir hacia el Portal nos encontrábamos más cerca de Herodes….
Pero al final, todos llegábamos para cantar, como ya he dicho en otra ocasión, un poco desafinados pero con todas nuestras fuerzas al Niño.

P.D. Ahora esto lo hacen los sobrinos y se montan unas….

Pues el testigo se pasa a…. a….Pues creo que no falta nadie a sí, que DULCINEA, guapa, te ha tocado.

El belén de los enanitos

- Han puesto un poblado de enanitos en la Plaza Mayor.
- Pero, ¿y el belén?
- Sí, sí, también está, pero con atracciones alrededor para los niños.

Cuando me dijeron esto hace tres años, pensé que no pegaría nada, ahí al lado del belén, un pueblo de enanitos, por muy cuco que fuera. Así que fui a comprobarlo. Y menudo ambientillo. Allí estaba todo, con villancicos de fondo, plagado de pequeñajos correteando o escuchando al árbol cuentacuentos. Quedaba bien. Así que decidí traerme algo a casa. Y empecé por las casitas de la esquina.





El árbol cuentacuentos mueve la boca y los ojos, y normalmente está rodeado de espectadores, que escuchan sus historias. En este momento aprovecha para descansar, ya que hace frío y no tiene mucho público:




Éste es un detalle de la esquina que estaba fotografiando:



Lo mío no es la fotografía, como podéis ver, pero conseguí pillar a la vaca preparada para la ocasión, porque movía la cabeza lentamente de un lado a otro.

Y cuando me disponía a llevarme el belén.... clac! "Sustituya la pila". Vaya. Pero si las he puesto nuevas al salir de casa. Total, que algo le pasa a mi cámara, pero me he quedado sin belén. Con lo molón que me estaba quedando. Así que otro día seguiremos la visita.


Bueno, y eso, que mañana le toca a María G, hemos quedado, no?

martes, 9 de diciembre de 2008

Un Nacimiento que ha costado lo suyo... Por Atiza (y arreglado por NDAP, buscándole las cosquillas a los botones. Consideralo un regalo pre-navideño)








Es una aportación a esta Navidad que me ha creado un montonazo de quebraderos de cabeza, que lo sepáis. Y por éso es especial. (Claro que no sé si tantas como intentar publicarla en este blog)


Pero me he salido con la mía y de paso, como quien no quiere la cosa, también se han apuntado un buen puñado de personitas, que están disfrutando de lo lindo.


Y ganaremos el concurso. Faltaría más.


Parece que ha quedado claro que laico es quien no impone nada, pero nada de nada; y, de momento, también está claro, que andamos por el año 2008 si empezamos a contar por el año 1; Uhm, qué curioso, año 1, año 1, año 1. ¿Y por qué empezamos a contar desde el año 1?


Para alguno, las vacaciones deberían comenzar cuando termine el año de la Rata, por decir alguna cosa Alternativa, vaya. Y si encima te quedas con el Personal, para qué pensar más.


Nosotros, a lo de siempre. "Natum videte, regem angelorum, venite adoremus..,"



lunes, 8 de diciembre de 2008

Un Belén en la escalera


Con lo que me ha costado que vea la luz, no estaría bien que me diera por vencida a la primera de cambio.


Está bien; pego la foto y otro día contaré la historia.

Se me ha borrado todo. A la porra, el Belén.

Los villancicos, por Nodisparenapianista

A mi, los villancicos no me vuelven loco, pero hay tres o cuatro que me encantan.

Una vez Iñaki Fernando y yo estuvimos a punto de presentarnos al festival de villancicos con una versión macarra del Tamborilero. Ojo, macarra pero respetuosa. Al final todo se quedó en divertidísimos ensayos, pero no desespero. Si Axl Rose tardó quince añós en su disco, quién dice que no pueda recuperar ese temazo cualquier Navidad de éstas.

Auténtica imagen tomada en una sesión de ensayos. Ojo al atril, que era la funda del trípode de la cámara de vídeo. El hambre, que agudiza el ingenio.

Luego está ese que es como una jota -resuenen con alegría los cánticos de mi tierra...- que en la parroquia la gente canta con una efervescencia fervorosa. A esas alturas de la Misa del Gallo ya estamos todos cocidos de calor, porque está hasta los topes, pero el entusiasmo no sólo no se amilana sino que crece con una fureza inusitada. Y, oye, a voces, no veas. A lo primero me cargaba, como las jotas en general, pero ahora me gusta, como las jotas en general. Yo hago jotas vacilonas, pero esa es otra historia.

Bueno, pues resulta que tuve un móvil que me funcionó bastante mal pero que tenía un villancico, así que un año le pude poner ese timbre en Navidad. Y era muy bonito a la par que simpático. El móvil era fucsia, aunque las malas lenguas decían que era rosa. Panda de cegatos. Total que se escacharró, porque venía malo de serie, una castaña. Fucsia (o rosa) pero castaña. Deambulé de telefonillo a telefonillo, pero sin villancico. Y aquello no me gustaba, no señor. Así que el año pasado , cogi el que tengo ahora, que permite grabar y organicé un villancico a tres voces. La mía, la de HermanadelPianista y la de MamádelPianista. Una estrofa, la misma de hecho, cada uno y luego los tres juntos. Oye, nos reímos las tripas grabándolo y ahora soy la envidia del personal.



Es un rollo, porque está en un formato raro, así que no se si se puede descargar o que, pero a malas, lo grabo a lo bruto y que sea lo que Dios quiera. Y mientras, si me llaman, lo dejo sonar.

Otro día, otro año cuento cuando me aprendí ese minivillancico.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Unos días antes. Por Marta-Clavo

Hace más de un mes que me pinchan los abetos, los cuernos de los renos, las barbas del gordo de rojo, las estrellas de cinco puntas. Llenan todo de estrellas como si hubieran olvidado que hay millones cada día si uno eleva la mirada al Cielo, y todas brillan hermosas. Claro que luego está La Estrella. La que guió a los Magos de Oriente hasta el lugar donde había nacido Dios. Eso es la Navidad. Que viene de Natividad; es decir, nacimiento. Del Niño Jesús. Que es lo que celebramos en Navidad. Pero no en noviembre, ni siquiera diciembre entero. Y que es -curiosamente- lo que motiva que todo se llene de luces y música, los regalos, las fiestas… ¡Incluso que los años de nuestra era se cuenten como se cuentan! Esto es, desde el año cero, cuando Dios vino al mundo en forma de criaturita preciosa e indefensa.
A qué vendrá entonces que los escaparates, las bolsas y las guirnaldas me feliciten la Navidad desde hace más de treinta días si la mayoría de la gente ha dejado vacío, hueco, todo ese sonido alegre que inunda los últimos días del año y nos calienta el corazón en fechas tan frías; qué sentido tiene si apenas nadie se entera -literalmente- de la fiesta. Como tampoco recuerdan de que el día 8 de diciembre celebraremos la de la Inmaculada Concepción (mucho menos que hoy es la de San Nicolás) y se conforman con tirarse a la bartola durante tres días ¡hala! por el puente de la Constitución.
En mi familia, desde que somos chiquitos, un par de semanas antes de Nochebuena vamos al monte a por musgo. A por el musgo que después será el suelo verde de Belén, por el que paseen las figuritas: la chica melancólica del cántaro, el panadero, la lavandera del río, el gandul que duerme sobre la hierba, los pastores y la lumbre, las gallinas, los gansos, los conejos, el pozo. Sus Majestades, los Reyes elegantísimos, que asoman un poco al final del decorado y que hasta el día seis de enero no estarán ante el Portalito. Y por supuesto, María y José. Y el Niño Bonito que vino a salvarnos.
Con el paso de los años, estamos más dispersos, en distintos lugares, dedicados a cosas diferentes. Pero nos hace la misma ilusión que entonces ir a Altube o a las faldas del Gorbea, bien abrigados, con la navaja de marinero, a recortar tepes gorditos. ¡Mira, aquí aún no ha pisado nadie! Y entonces entra la navaja de marinero. Una navaja de marinero tiene la punta roma aunque el filo es cortante. La llevaban los hombres de mar para sus labores con los cabos, las redes que se liaban... pero dificultaba que, tras largas temporadas alejados de tierra, cuando los ánimos se crispaban y las peleas a bordo estallaban con la misma facilidad con que se prende la gasolina al encenderla, la tripulación se acometiera con armas punzantes.
Parece que ya me he ido por las ramas. Por cierto, en Belén no había renos. Y vale por hoy ¿verdad? Mañana le toca a Luisa.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Mi Navidad (I) por Mari(a)Chunga

A ver, como ya he dicho la entrada de Néstor despertó algunos recuerdos y.... si me lo permitís voy a contarlos.

Yo aterricé en España, en Barcelona, a principios de enero del año 1991. No recuerdo si fue ese 5 de enero o el siguiente, pero recuerdo que mi padre nos llevó a la cabalgata. Una de las cosas que más me gustan del mundo es la cabalgata de Reyes y aquella la recuerdo espectacular. Sus majestades llegaban en barco y ya en tierra firme daban un discurso. Mi Rey Mago favorito siempre ha sido Melchor. Total, que la emoción de ver a los Reyes de cerca era gigantesca (en México no había cabalgatas y si las había yo nunca fui), además los fuegos artificiales, las luces, los caramelos.... me encantó. No sé porqué pero el alcalde de Barcelona me subió al estrado en el que MI rey hacía dos minutos había dado un discurso y yo estaba emocionada y me regaló (el alcalde, no el Rey) un pin de oro de Cobi. Pero eso no me hizo ninguna ilusión, le cogí cariño a ese pin porque cuando me bajé del estrado se me acercó Melchor y me dijo:
"Este año no nos has escrito la carta..."
Yo estaba emocionada y me quedé sin palabras. Me miraba con tanto cariño que me dejó sin palabras. Luces, fuegos artificiales y MI rey de barbas blancas y cara de bueno ¡se había parado para hablar sólo conmigo! En ese momento seguro que era la envidia de muchos niños. Yo estaba encantada y a la vez estaba asustada... ¿si no les había escrito no me traerían regalos? Pero no. Ese año los reyes se portaron tan bien como siempre. No me acuerdo de lo que me trajeron, pero nunca se me olvidará la cara de Melchor.

Por eso me gusta tanto la Navidad. Porque he tenido la suerte de tener niños siempre a mi alrededor. En nuestra casa antigua, para entrar al cuarto de estar hay que abrir una puerta corrediza y la cara que ponen los peques cuando abren la puerta y lo ven todo lleno de regalos no la cambio por nada del mundo. En esta casa nos reunimos todos en un cuarto, en el piso de arriba y a las 8 despertamos a nuestros padres y bajamos las escaleras llenos de emoción. Una esquina no nos deja ver lo que hay en el cuarto de estar y el brillo que veo en los ojos de mis hermanos me recuerdan ese momento, Mi momento con Melchor. Desde entonces no me pierdo nunca una cabalgata, y me encanta la emoción que siento al ver pasar a Sus Majestades en sus carrozas.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Dos viejos amigos

Durante muchos años –y hasta hace unos cuantos– formé parte de la comitiva que acompañaba al rey Melchor por las calles de la ciudad, la noche del día cinco de enero. Mi tarea era bien sencilla: vestido de paje repartía caramelos, aupaba a los niños, recogía cartas de última hora, ordenaba al resto de pajes díscolos y me ocupaba de la seguridad de Su Majestad (principalmente de los ataques furibundos de algún que otro descreído). En calidad de paje mayor, Su Majestad fue incorporando progresivamente nuevas funciones a las que me venían encomendadas por convenio, de forma que –en los últimos años– repartía mensajes entre los niños, los buenos y los menos buenos. Solía preguntarles aquello de “¿te has portado bien?” mientras les llenaba de caramelos las manos. O “tienes que recoger mejor tu habitación” y me miraban con los ojos como platos. O “no discutas con tu hermana pequeña”: ojos como platos de nuevo. O, mejor aún, “¿tú eres el de la bici? Sí, me decía con los ojos muy abiertos. Vale, pues no te hemos traído la que pediste: se la hemos regalado a un niño africano ¿Te parece bien?" El niño miraba a su madre y su madre suspiraba aliviada, porque –en efecto– no habían encontrado la bici de Spiderman.
Pero lo mejor, lo mejor con diferencia, sucedió un año en que nos vimos obligados a reducir la velocidad por la afluencia de gente. La calle era estrecha, hacía frío y era tarde. De entre la multitud se elevó el grito de un niño: “¡Melchoooor, soy Naaaachooo!!”. Como es obvio, paramos. Nacho era demasiado importante como para no hacerlo. Su Majestad y él tenían cosas importantes de que hablar. Y hablaron.
Nadie se rió. Esperamos en silencio a que Nacho dijera al rey Melchor lo que tuviera que decirle. Después le dio un beso y se subió a la carroza real, mientras Nacho le decía adiós con la manita.
Desde entonces, Nacho es un fijo en mi Belén. Y cuando llegan los Reyes a mi portal, sé que Melchor le guiña un ojo y se dicen todo con un gesto.
PD: aquella noche, al llegar a mi casa, reescribí mi carta. Y pedí ser como Nacho.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Día 3: La que estoy liando en mi casa en Madrid y tradiciones Navideñas en "La Fonda del Sopapo provincia de Ávila" Por Myriam

Esta es la que esoy liando en mi casa en Madrid...






Y esta es la que se lia año tras año en "La Fonda del Sopapo provincia de Ávila"...

Somos muchos así sin entrar en detalles y a groso modo una media de treinta personas a servilleta prendida en Noche Buena y otras tantas en Navidad, algunos van cambiando y otros permanecemos, congelados, pero permanecemos (ninguno de los presentes somos serios, respetables y de buenas costumbres sí, pero serios lo que se dice serios pues va a ser que no oiga. Vaya esto por delante para que luego no haya malos entendidos o “entendimientos”)

Bueno que me enrollo…


Os cuento un para de tradiciones, os pego alguna foto, y paso el testigo al siguiente que todo el mundo tiene que participar :)

En mi casa es obligatorio ponerse guapos y elegantes ya que la ocasión lo requiere, siempre esperamos a última hora, un poco para tomar el pelo a uno de mis tíos y un poco por el frío que hace (perdonad que insista tanto en la temperatura, pero es que siempre coincide que cuando en Ávila dan las mínimas,nos hemos dejado la puerta de casa abierta) Ni con esto arreglamos lo del frío

Bueno, pues cuando ya hemos protestado lo suficiente, nos distribuimos por las distintas habitaciones y se empieza a oír comentarios de este tipo:

"¿Quién me deja una corbata?", "¿Quién tiene unos gemelos de sobra?", "¿Alguien sabe donde esta mi equipaje?" "¿Dónde me toca dormir? " o estos...

Desde luego… Todos lo años igual, "¡Jacobito, devuelve mi corbata!... "que no que ese zapato es mío…."

Todos esto sazonado por aullidos de Uhiiiiiiiisssssssss que frió hace en este pueblo… y la frase más repetida "Otro año que nos perdemos el discurso del Rey."
Bueno el resultado es este



Llegados a este punto y ya sentado en la mesa a la voz dice ¡Pater Bendición! mi padre procede... y algún graciosillo interrumpe diciendo "ahora yo ahora yo…"

Y suelta el siguiente versito:

El señor está en el pesebre
Donde menos lo esperas salta la Liebre.


Luego llega el Consomé "Gele" (de la cocina sale caliente) y la sopa de Almendras que nadie come pero que es tradición ,a continuación viandas varias regadas por buenos caldos....
A los postres llega el momento de brindar por Noé de esto se ocupa la más anciana de la tribu.
El brindis es como sigue:
- Viva Noé nuestro gran patriarca.
- Todos: ¡Viva!
- Que salvatus fue del Arca
- Todos: ¡Viva!
- ¿Y sabéis per qué?
- Todos: ¿Per qué?
- Per que fue el creatore del grato licuore que nos embriaga
- ¿Bebió nuestro padre Adán?
- Todos: ¡Bebió! (en este momento se bebe)
- ¿Bebió nuestra madre Eva?
- Todos: ¡Bebió! (En este momento también se bebe)
- Pues nosotros que filius suos seamos
- Todos:Bebamos, bebamos, bebamos. (y claro, se bebe, se bebe... y se bebe)
- Señoras, Caballeros bebamos dentro de un rato
- Todos: ¡Ya paso el rato!


Luego pasamos a cantar Villancicos enfrente del Nacimiento

El momento estelar llega cuando la hermana de mayor de mi madrea
con una voz indescriptibe se marca un solo cantantdo "Noche de Paz" cuando me haga con el audio os lo pongo o no…. según como os portéis majos.

REDOBLE DE TAMBOR Y PANDERETAS VARIAS ... SE LO PASO A...

NÉSTOR

martes, 2 de diciembre de 2008

Día 2


Venga, venga, que ya llego. Que no he tenido tiem
po de escanear las fotos de los Belenes de otros años. Así que os pego estas que he buscado con mucha atención. Cada una tiene su qué. Me explico.
1 Este me ha gustado mucho porque es de noche, pero está iluminado. Y parece que es de verdad, que lo estamos viendo con esos visores nocturnos del ejército.

2 Este es otro de mis preferidos. Fijaros en la pinta de jipis que tienen San José y La Vír
gen. Me gusta ese Portal floreado y colorido. Aunque el Niño Jesús me da que está un poco incómodo. Mirad qué postura más chunga.

3 Y por último, pero no menos interesante, este de figutitas de madera plana. Fijaros bien en los pelos del Angel, o del asno, o del buey, o de los borreguitos. La Vírgen, una monada. El Niño Jesús otra vez incómodo. ¿Por qué no lo representan riendo, o pataleando?


Bueno, ésta es mi aportación de hoy a la causa de los Belenes. Le paso el testigo a...TACHAN, TACHAN... a... MYRIAM

lunes, 1 de diciembre de 2008

Del podríamos al hacemos

De media idea que surge como broma ¿a que no pegas una foto de...? a una güep donde pegarla.
Corren vientos antinavideños, en parte normales, por la pesadez y en parte preocupantes, por la hostilidad. Unos que arrancan las cruces del Via Crucis de Javier, otros que año tras año roban en Niño Jesús del Belén de Toledo o por ahí, las luces cada día menos navideñas, los munícipes y los comeriantes preocupados por quién tiene que pagar las bombillas que tanto animan al personal a que compre y la tele, la dichosa tele adelantando las festividades y las estaciones, que eso si es cambio climático.

Ante todo eso ¿dónde queda nuestro Belén? ¿Las guirnaldas? ¿Los villancicos? ¿Los polvorones, el calendario de Adviento, Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, los Mingotes con peluca de brillantitos que pasean con sus nietos en la Plaza Mayor, la humilde lavandera, los concursos de pesebristas, todas esas cosas que tanto nos gustan a los navideños?

Porque la Navidad nos gusta y porque es el cumpleaños del Niño Jesús abre este garito.

Para que cada cuál enseñe qué pollo lía en su casa, en el trabajo, en el coche o donde toque. Para que quien ose, pegue su foto vestido de pasturet, que cuelge el vídeo del villancico, la receta del pavo y la foto del Belén.

Es fácil, divertido y hasta bonito. Venga, va, ¿podremos hacer una entrada diaria hasta el 7 de enero? ¡Que no se diga!!!!