martes, 29 de noviembre de 2011

6 comentarios:

Dulcinea dijo...

Uy, que yo lo veo pero no tiene voz, no se oye nada. ¿hay algún botón oculto?

Nodisparenalpianista dijo...

Joe, Dulci, dale a la ruedica del volumen!!!!

Dulcinea dijo...

Mi ordenador no tiene ruedas ;)

Nodisparenalpianista dijo...

¿Y pedales???

Dulcinea dijo...

Ríete lo que quieras. Hoy el de informática me ha enseñado un rincón que ha montado en su aula y que se llama mac-rincón.

Es un mac del año de la pera, cúbico, compacto, con una pantalla casi como la de los actuales ebucs.
Y el bicho funciona, oye. Y han hecho un cartel con la manzana de apple.

Los chavales no se acaban de creer que con "eso" se pudiera trabajar.

Anónimo dijo...

Estimad@ amig@, como cada año y ya son dos mil doce los que hace que nuestro Señor Jesucristo llegó al mundo para asumir y cargar con nuestros pecados, El que quiso ser hombre y nacer tal, pero el hombre apenas lo aceptó, y aun mas, lo crucifiquemos, lo lamento de todo corazón. Hoy me dirijo a ti con la sana intención de desearte desde mi punto de vista cristiano una feliz Navidad llena de Paz, Amor y Felicidad, que Dios Niño te colme de vienes, esos vienes que sean de salud y amor, amor hacia uno mismo y los demás, que la pobreza y la enfermedad se vallan erradicando y poco a poco desaparezcan, que no hallan tantos niños muriendo de enfermedades, hambre y miseria que tengamos un poco de nuestro corazón puesto en ellos, que nuestros mayores sean atendidos, puesto que mañana nosotros seremos los nuevos mayores, en fin, se quedan tantas cosas en el tintero, que solo me queda dejarte un pequeño poema y desearte una muy feliz Navidad.

Blanca luna

Pronto llega la luz del alba
Anunciando lo nuevo acontecido
Sendero nevado, bien venido
Sueño que alumbra lo prometido.

Al alba soñaba la blanca luna
Viendo temblar al pobre José,
Que sintió un escalofrío
Al hacerse la Virgen río.

Llorando quedó la noche
Entre pastores y suspiros,
Que deja en un pesebre metido
Al niño Dios recién nacido.

Cayendo quedó la nieve
Sobre el alba de Belén,
Que sintió sobre sí, el bien
Del amor divino florecido.