jueves, 25 de diciembre de 2008

Los espumillones, por Nodisparenalpianista

Me gusta darle un toque navideño a los sitios donde estoy. Más aún cuando la plaga de los antinavideños se hace más furibunda. En güeps amigas se ha hablado no poco de esa pesadísima acusación de hipócritas que suele hacernos. Pero qué pesados. ¿No será que quien dice eso es quien celebra el vacío, se junta y festeja la nada? Y luego, claro, llega un día que se pregunta que naricres estará celebrando al precio que están las angulas, con el resacón que deja el champán y con la matraca que dan los enanos con lo de montar el cacharrerío de juguetes? Probablemente si celebrasen lo que hay que celebrar, comprenderían mejor la idea. Tanto paganizar la fiesta, al final ni es fiesta si hay que pagar.


Lo cual que me junté con unas tiras de espumillón, un dibujito en papel, otro en el ordenador y una taza. Y a tunear la vida.
Lo primero, por cosa de orden, es la bici. Los ciclistas somos así. El primer invierno de bici como medio de locomoción urbana y para ir a trabajar pensé a ver qué le podía poner. Pues un espumillón en el manillar. Se tarda medio minuto y causa perplejidad, admiración y hasta conversaciones divertidas. También pensé en colgarle unas bolas de colores, pero me pareció un poco arriesgado, por si había una piña y los trozos de cristalín se clavaban en los muslos y por lo que podría dar para hacer chistes malos de tono picantón, ya nos entendemos.

Fuera bolas, mejor espumillón. Una vez, en un semáforo de peatones, una abuela con su nieto a mi lado que le dice, ¿ves? mira este señor qué navideño que hasta ha adornado la bicicleta, pues ne casa pondremos igual. Y el niño mirándome con la boca abierta. Si, claro, porque la Navidad es muy chula y estoy contento. Anda, a ver si en tu bici le pones también, ¿vale? Y el otro, boca abierta, asiente con la cabeza. Feliz Navidad, señora.
Lo otro, en el trabajo. De fondo de pantalla, un Belén, el que suelo dibujar para mi felicitación u otro, el que sea, pero un Belén. Luego, alrededor de la pantalla, otro espumillón, que le da un aire de casi verbena de impresión. En una esquinita, unn Nacimiento, pintado en lápices de colorines, para tenerlo siempre a la vista. Y una vez montado el tenderete, el peregrinar de amigos del trabajo que vienen a verlo en lo que vendría a ser la inauguración de la temporada navideño-laboral. Había uno, llamarlo compañero sería demasiado generoso, al que repelía mi afición navideña. Medio en serio medio en broma me decía que no me extrañara si un día me encontraba el espumillón de la bici quemado. Vale, tú inténtalo. Tengo muchas tiras para sustituir y muy poca paciencia si pillo al priómano, tú ya me entiendes, tío vacilón. Luego juraba por lo bajini y decía que era una horterada lo que hago en el ordenador. Anda, ya, amargado.
El último complemento es la taza del café. A la sobriedad habitual llegan los colores navideños. Pero he de confesaros algo, amigos. Yo también te traicionado a la Monarquía. Resulta que una vez en una tienda de veinte duros vi una taza chulísima con el Gordo estampado. Mira que me cae mal el tío, pero pensé, anticipándome a lo de la Alianza de Civilizaciones, que el dibujo era muy gracioso y que, hombre, si no fuese tan pesado, seguro que se haría amigo de los Reyes, así que le di esa oportunidad.
Y ya os podéis imaginar, con el chiringuito aquí puesto, que pasan los jefes y se quedan mirando con cara rara, como diciento ¿qué ha puesto este colgado?, unos compañeros que no terminan de entenderme y otros a los que les divierte mi movidón. Por ahora nadie me ha seguido en la idea, cosas del oasis, que si te dejas identificar quedas marcado, pero yo persevero. Un día damos todos la cara y estos alucinan.
Y con mi espumillón ciclista sigo causando furor. Olé.

Y que siga quien quiera, ¡pero con orden, a ver, que me tenéis loco!!!!!

7 comentarios:

Dulcinea dijo...

¿Y con estos fríos vas en bici? ¿No será que pillas el bus y luego te das el pegote bicicletero? ;)

Hablando de pegar. A ver si le pones cabeza a tus fotos, y de una vez comprobamos si te pareces o no al Clooney.

Feliz Navidad.

Anonimomariag dijo...

Estoy con Dulci, Pianista, por qué no pones cabezas, que aquí el anónimo soy yo... (sólo de nombre, claro), ja, ja.

Está muy bien lo de poner espumillón a la bici, yo te copiaría pero... no tengo espumillón... digo bici.

Feliz NAVIDAD.

Myriam dijo...

¡Fotos con cabeza YA!

Viva el espumillón y los villancicos.

Eso Pinista que se note que es Navidad.

Me muero de sueño ya os pegaré la que se lio en mi casa a Peter Pan no se le puede dejar solo ni cinco minuto. :)

Dulcinea dijo...

Incluso fotos sólo de la cabeza, je, je, je, de colofón a tu Festival de Belenes.

Por cierto, ¿quién ha ganado? (ics) ¿yoooo? ¿siii? (ics) Uaaalaaa, graaaciasss, Pianista, cómo eeeresss

Néstor dijo...

Ja, ja, ja... PIANISTA, si es que eres un facineroso: ¡a quién se le ocurre mostrarse como eres!
PD: lo del espumillón en la bici es total. Pero como se la ponga a la mía, me dura diez minutos (ya sabes, la vida dura a la que la someto).

Altea dijo...

¡Que se pasa el día y aquí nadie se pronuncia!
Es verdad, ¿y tu cabeza?

Dulcinea dijo...

No lo sabe, Altea, no lo sabe.