sábado, 5 de diciembre de 2009

Esperando. Por Marta-Clavo

El Pianista y su cuadrante, de común acuerdo supongo, o por orden del primero a través del segundo -da igual-, me han adjudicado la entrada del 6 de diciembre. ¡Vaya, como el año pasado! Pues ¡a la orden! El año pasado, cuando me quejaba un poco de lo mucho que le gusta al personal adelantar la Navidad pero no la de verdad sino la comercial y todo eso. También recordaba que hoy es la fiesta de San Nicolás, santo importante; no vayamos a cambiarle tontamente por la fiesta de la Constitución: ¡ojo! que muy bien tener día libre, de asueto y descanso por semejante motivo, no digo que no, pero tampoco perdamos de vista lo importante.

Lo importante... En estas fechas, antes de que nazca el Niño Dios por dosmilnovena vez (y no se cansa por muy garrulos que seamos y así seguirá cada año), lo importante es prepararse para recibirle como se merece. De ahí, pienso yo, la costumbre de adornar las casas, las calles... Cosa distinta es que se nos haya ido de las manos y ya no parezca relevante la causa primera de las lucecitas, el celofán, los regalos y tal.

Pero aún está lo más importante. Prepararnos nosotros, cada uno. Limitaditos que somos, imperfectos, burros y cazurros, nunca le tendremos preparado el corazón como realmente se merece -al perfecto Dios y perfecto hombre- pero, como también sabemos esforzarnos para sacar de nosotros lo mejor, le dejamos un hueco enorme para que nos llene con su presencia y nos ayude a pulirnos a martillo y cincel, como el mármol sacado de la cantera, ése con el que después los escultores hacen (o hicieron: ¡Miguel Ángel!) verdaderas maravillas. Otras no menos grandes -quizá no tan notorias pero enormes- podemos hacer nosotros.

Aprovechemos el Adviento: ilusión por lo que se nos viene encima, el Redentor y ganas de dejarnos transformar por Él. Y luego, todo lo demás: abetos, luces, paquetes envueltos, lazos... que es precioso, pero sin olvidar su porqué, ¿vale?


Ps.- Por si a alguien le da perezota pinchar el link de San Nicolás y leerse la paginilla (¡venga, menos vagancia..!), transcribo las últimas líneas que sirven de llamada de atención para cuando, unos por otros, nos dispersamos y nos dejamos arrastrar por la masa, perdiendo de vista la realidad de las cosas: "Hoy en día, 'Santa Claus' se utiliza para vender toda clase de cosas y casi nadie recuerda su verdadera historia. Es hora que los cristianos recuperemos a nuestro santo y les enseñemos a nuestros niños que la Navidad es la celebración del Nacimiento de Dios hecho niño. Recordemos pues que San Nicolás fue un santo obispo que se preocupaba por los pobres, especialmente los niños, y se hizo famoso por su caridad".

5 comentarios:

Anonimomariag dijo...

Viva el Adviento, y Viva San Nicolás, disfrutando del PUENTE DE LA INMACULADA... aunque mañana algunos trabajemos, je, je.

Atiza dijo...

Anda, Marta; jamás se me hubiera ocurrido que Sta Claus, es San Nicolás de Bari. No te digo más. Tengo uno pequeñito que lo voy a poner en mi nacimiento. Hasta ahí he llegado. ¿Cómo lo ves?

Nodisparenalpianista dijo...

Muy chulo, Marta.

Dulcinea dijo...

Muy bonito y muy oportuno Marta.

Myriam dijo...

La espera es muy bonita pero yo quiero que llege ¡YA! y no nieva