Todavía no ha empezado la Navidad propiamente dicha, y ya he tenido tiempo de sonrojarme. Taitantos años y aquí, tocando el violón. No he mejorado nada. Y cada vez peor.
¿Que a qué viene esto? Pues.... Bien, por ser vosotros, os lo contaré.
Sucedió hace un par de días o tres, de camino hacia algún sitio. Luces en las calles (apagadas todavía), adornos de escaparate, felicitaciones de empresa que comienzan a llegar. Ambientillo. ¡Mmmmm!!! Navidad=Reyes=¡Regalossss!! En fin, que este fue mi proceso mental. Pobre, inmediato y materialista. Menos mal que Alfonso, mi Ángel de la Guarda, no pierde el tiempo ni las oportunidades:
- Es una lástima, porque te has quedado sólo con la mitad de la Navidad.
- Vaya, es un detalle por tu parte. Creí que me ibas a echar en cara la superficialidad de mi razonamiento.
- Oh, no, de ninguna manera. No soy tan poco didáctico. Lo que pasa es que quiero que lo disfrutes todo, caramba. ¿Ya has pensado qué regalo vamos a hacer nosotros?
- ¿Para llevar a...?
- Sí.
- Pues no. ¿Tienes tú alguna idea?
- Tengo una que creo que te gustará. ¿Quieres saberla?
- Soy toda oídos.
Cuando terminó de explicármelo, comprendí que necesitaríamos cierto tiempo.
- ¡Pues claro! -respondió- ¿Para qué tenemos el adviento? ¡Está todo previsto!
- Podíamos contárselo a los beleneros. A lo mejor alguno se animaba a contribuir.
- De acuerdo, pero no desveles el misterio en la primera ronda. Seguramente ellos ya tendrán su propia idea y querrán trabajar en ella. Y ahora, si te parece bien, vamos a ver dónde venden el cacharro ése que quieres pedir a los Reyes.
jueves, 3 de diciembre de 2009
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11 comentarios:
¿Qué será, será?
Oye, muy buena intriga. Me dejas en un ay...
Caray me has dejado muy, pero que muy intrigada...
Altea, qué morro tienes. ¿Nos vas a dejar en ascuas?
¿Qué podrá ser, beleneros?
Joer, est va dar pie a un concurso, lo estoy viendo...
¡Se admiten apuestas! ¿Cómo no había caído en eso? Se rifa bizcocho recién hecho por el panadero que hay en todos los belenes, ése que mete y saca continuamente la pala del horno.
Pues...¡que comiencen las apuestas!
Yo apuesto 10 a 1 a que lo adivinamos.
Ummmmmmmmmm, yo lo acierto ni de broma, cuentanoslo pronto Atiza que luego me pongo a pensar y la lio;)
Yo me apuesto uno contra catorce (bizcochos) que Altea no paga!!!!
Mmm... pues yo digo... !la gallina!
¿me llevo el bizcocho?
Pero Myriam, hija, a dónde vas, que mis entradas las he puesto en el gurugú...Que escribe ALTEA, reina mora...
Juer que despiste perdón la entrada muy buen eh...
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