La Navidad de Don Agustín

Bueno hoy si que me toca a mi....
Esta es una historia....que aunque no sea real, es como quisiera que pasara la Nochebuena todas las personas que se encuentran solas.
A ver cómo voy a empezar….????? Ah!!!! Si!!!! 
Erase una vez…. Un pueblo muy pequeñito muy pequeñito, tan pequeño que tan solo tenía tres calles, y en cada calle 3 casas, en cada casa una familia de gente humilde, trabajadores del campo o con ganado… gente sencilla a la que le gustaba reunirse al lado del fuego y contar sus historias…. Un día se decidieron a reunirse todos en casa de don Agustín, el hombre de más edad del pueblo, vivía solo ya que nunca se casó y sus hermanos emigraron a la gran ciudad, por la tarde todo el pueblo… apenas 15 personas fueron llegando a casa de don Agustín, pasar, pasar …les decía todo contento,… esa tarde iba a tener compañía, estaba contento por ello, Doña Ana, una señora entrada en años había traído un mantel de hilo bordado con flores rojas y azules, lo extendió encima de la mesa, cada persona que llegaba se traía una silla y una fuente con comida, en casa de don Agustín había una mesa muy larga, aunque siempre estaba vacía, a medida que iban llegando iban dejando las fuentes encima de la mesa, unos iban a la cocina a buscar vasos, otros iban a por cubiertos, otros salían corriendo a buscar las bebidas que no habían traído, el pobre don Agustín no salía de su asombro, toda la mesa llena de comida, pollos asados, ollas llenas de cocido, pescados al horno, cada uno había traído alguna cosa, luego fueron destapando encima de una alacena los platos de postres, tartas de frutas, de chocolate, cremas, y manzanas asadas, llegaron los que habían ido a buscar las bebidas, el mejor vino de cada casa, el licor de casa del Sr. Juan, nadie sabía como lo hacía ni con qué, pero a todo el mundo le encantaba, lo que más le gustaba a Don Agustín es ver como los dos únicos niños del pueblo le cogían de la mano y le llevaban de un lado a otro de la casa y le hacían reír con sus chiquillerías, alguien trajo unos buenos troncos de leña y encendió la chimenea, una chimenea que llevaba muuucho tiempo apagada ya que don Agustín no tenía mucho dinero.
Cuando estuvo todo preparado llamaron a Don Agustín, los niños se lo habían llevado a recorrer la casa, el pobre anciano cuando llegó al comedor, no daba crédito a lo que veía, una mesa puesta con sus candelabros, su mantel de hilo, manjares que no había podido comer en todo el año…. Al pobre hombre le caían las lágrimas de tanta felicidad….Un momento..dijo, se dirigió a la cocina y del interior de un armario sacó un pan recién horneado, lo puso en la mesa y dirigiéndose a los presentes les dijo: No se porque habéis hecho todo esto, no entiendo como habéis podido hacer todo esto por un pobre anciano como yo…..
Entonces se abrió la puerta de la casa y aparecieron 3 hombres ya mayores, casi tanto como don Agustín… Eran los 3 hermanos a los que hacía ya muchos años que no veía, se abrazaron llorando de alegría y fue entonces cuando los hermanos le dijeron que no podían dejar pasar ni una Navidad más sin pasarla con su hermano mayor… Esa noche era el 24 de Diciembre y todo el pueblo se unió a los 4 hermanos para celebrar la cena de Nochebuena.
Espero que os haya gustado.